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El control de precios destruye un país

Cómo el control de precios destruye al país

Normalmente cuando los precios están altos, enseguida surge un coro tercermundista exigiendo que el gobierno obligue a los empresarios a bajarlos.

Eso es ridículo, pues la razón de que los precios estén altos, es el propio gobierno.

La actividad del gobierno causa precios más altos, ¿y para resolverlo pedimos más actividad gubernamental? Es una locura, ¿eh? No siempre funciona eso de “fight fire with fire.”


Para entenderlo mejor, veamos el (mal) ejemplo de Venezuela.

El 18 de julio de 2017 hice capturas de páginas que indicaban el salario mínimo, el precio de la pasta dental (dentífrico) como un ejemplo representativo, y la cotización de la moneda venezolana, el bolívar. Veremos por qué desaparecen los productos de las perchas.

Realmente debí haber escrito esto antes, no cuatro meses después; pero los ejemplos son aún válidos, pues persiste la escasez de los productos, y podemos ver aún mejor la devaluación de la moneda venezolana. Asimismo supongo que una búsqueda de texto llevará al lector a los enlaces originales… Lamento la falta de prolijidad.

1. El salario mínimo en Venezuela

salario mínimo

Un par de semanas antes de este experimento, el salario mínimo se fijó en Bs. 250.531.

Como comparación, aquí en Ecuador el mínimo es de $375 al mes.

2. La cotización del bolívar

cotización bolívar

El 18 de julio la cotización libre era de Bs 8.470 por dólar. Teóricamente hay cotizaciones más ventajosas, pero sólo están disponibles para quienes están cerca del poder. La cotización mencionada es la del “mercado negro”, disponible para todos.

Teóricamente, un obrero gana sólo treinta dólares al tipo de cambio real. No es mucho, ¿eh?

Teóricamente puedes encontrar precios de productos controlados que hacen rendir más ese sueldo mínimo. Ya veremos si es tan cierto…

3. El precio “justo” de la crema dental

precio controlado dentífrico

En la imagen vemos el precio autorizado de un tubo de crema dental.

Como referencia, aquí en Ecuador puede uno encontrar tubos de crema dental Colgate de 60 mL. a $1, es decir, menos de ⅓ del 1% del salario mínimo.

En la tabla no consta nuestro tubo de 60 mL, pero “vamos a medias” entre el tubo de 50 mL y 73 mL, y teóricamente tenemos que el “precio justo” de un tubo de 60 mL sería de unos 135 Bs.

¡Wow! Vemos que teóricamente la crema dental en Venezuela cuesta ¡tan sólo la vigésima parte del 1% del salario mínimo vital! ¡Qué barato! ¡Qué bueno el gobierno venezolano, obligando a los codiciosos empresarios a vender la pasta dental barata!

Lamentablemente la realidad es más dura…

4. El precio REAL de la crema dental

precio real dentífrico

¡Caray!

¿Podemos tomar la «presentación mediana» (?) como referencia? Su precio se acerca a cien veces más que “el precio justo oficial”.

No sólo eso: el artículo es claro en recordar que la crema Colgate había desaparecido de las perchas. Con una diferencia de precios de casi cien a uno, ¿quién se va a atrever a vender un objeto a la centésima de su valor? Nadie medianamente inteligente va a vender a pérdida.

Si aquí en Ecuador una crema dental era el ⅓ del 1% de un salario mínimo, en Venezuela esa crema dental, que supuestamente era la vigésima parte del 1% de un salario mínimo, en realidad se acerca al 5% del salario mínimo.

Es decir, la crema dental en Venezuela existe a un precio relativamente quince veces más caro que en Ecuador.

No hay al “precio justo”. Hay al precio real.

Ya no se ve tan benevolente el gobierno, ¿eh? ¿Qué sentido tiene fijar un precio que sólo existe en el mundo de la imaginación?

¿Por qué es tan cara?

Básicamente el gobierno venezolano gasta mucho dinero, mucho más del que puede recoger por impuestos, así que crea dinero “de la nada”.

Así, divide la riqueza de los venezolanos, la diluye, apropiándose de ella.

La dilución y apropiación de la propiedad de los venezolanos es de terror. Tan sólo tres meses después la cotización del bolívar era de:

cotización dos

El bolívar ha perdido 80% de su valor. Compra sólo ⅕ de lo que compraba tres meses antes.

En otras palabras, eso es una inflación de 500% en sólo tres meses.

Como comparación, en la peor crisis que ha sufrido nuestro país, la inflación no llegó ni a 100%. ANUAL, no trimestral.

inflación durante la crisis bancaria
Fuente: ZonaEconomica.com

¿Se puede vivir en un país así? ¿Se puede hacer cálculo económico alguno cuando el dinero pierde valor tan rápido?

¿Se puede vivir en una cleptocracia, donde el gobierno se apropia de casi todo el valor de tu dinero en unas pocas semanas?

Miles de venezolanos piensan que no, por eso huyen.

Y se pone peor.

Tan sólo un mes después, el ahorro de los venezolanos se redujo a la mitad. El resto se lo apropió el gobierno:

tercera cotización

En un artículo anterior (v. Los burócratas son parásitos) explicamos que cuando la mitad de la población vive a costa de la otra mitad, no hay presupuesto que alcance.

burocracia en Venezuela

El gobierno reduce el valor de la moneda; divide la economía en más unidades monetarias, al imprimir dinero. Lógicamente suben los precios.

Eso genera incomodidad social, así que el gobierno fija precios artificialmente bajos de los productos, y culpa a “los especuladores” de incrementar el precio de los productos para perjudicar a los consumidores.

Si hay un control posterior —como cuando policías y comisarios visitan los mercados y clausuran y confiscan mercadería que no se vende al precio oficial— los productos desaparecerán de las perchas, y sólo se conseguirán en el mercado negro, a precios inflados, pero reales: que representen una ganancia al vendedor.

En serio, ¿realmente el gobierno espera que los mercados vendan a pérdida? ¿Es “condenable” la “codicia” de no querer perder dinero? ¿Acaso los políticos y burócratas están en el gobierno para perderlo? Claro que no.

Conclusiones

1. Cuando la gente empiece a quejarse de los precios altos, si no hay una causa evidente —catástrofe natural, por ejemplo— usualmente el responsable será el estado; sea por inflación, sea por excesivas restricciones al libre comercio: trámites excesivos, aranceles, ambiente hostil a la inversión, etc..

2. Si la intervención del gobierno causa los altos precios, es estúpido pedir más intervención “para que bajen”. Sólo se exacerbará ese aumento de precios.

3. Si se empeñan en “controlar“ los precios con violencia, sólo lograrán que los productos desaparezcan de las perchas, y sólo se encuentren a precios aún más altos en el mercado negro, pues los arriesgados comerciantes deben incluir el premium de riesgo de enfrentarse al “ogro filantrópico”.

Ejemplo de esto son las drogas, que se obtienen de plantas que son muy fáciles de cultivar —básicamente son hierbas malas— por lo que deberían ser baratas, pero se venden a precios exorbitantes debido a la prohibición estatal. ¡La demanda no desaparece por más prohibición estatal que haya!

4. “La cura para los precios altos, son los precios altos”. Si por una razón u otra un mercado tiene márgenes de utilidad altos, eso atraerá competencia, disminuyendo los márgenes de utilidad a niveles razonables. Suponiendo que haya libertad económica, por supuesto: en ocasiones los precios son artificialmente altos precisamente por la intervención gubernamental, que prohíbe la competencia, por ejemplo.

5. Si los precios son altos, culpen a la moneda, no a los emprendedores. Hay un artículo muy sugerente [1] que recuerda que los precios de una vaca, un pollo, un traje fino etc. son los mismos de hace miles de años, si se cotizan en oro o plata.

Asimismo, los precios de la tecnología en general tienden a la baja (respecto a los precios de lanzamiento), mientras que las prestaciones suelen mejorar y mejorar. Así debería ser en otros mercados: precios constantes, o que disminuyen.

Para comparación: una PC IBM original [2] costaba el equivalente de $8.000 actuales, y hoy encontramos PCs de escritorio que cuestan menos de un 5% de eso, y poseen ¡más de sesenta mil veces más memoria!

Así, no es que los precios suben: la moneda que usas pierde valor rápidamente.

salario en plata

«En 1964, el salario mínimo eran cinco monedas de 25¢ de plata. En 2016, cinco monedas de 25¢ de plata tienen un valor metálico de alrededor de $15, mientras que el salario mínimo es de $7,25. No necesitamos subir el salario mínimo; necesitamos cambiar el dinero».

6. Los comerciantes son tus amigos. Ellos tratan de venderte cosas que pueden gustarte o ayudarte a satisfacer gustos / necesidades. Jamás estás obligado a comprarles. Puedes comparar precios, ¡o incluso hacerles la competencia!

En cambio, el estado se comporta como tu enemigo. No puedes elegir si darle tu dinero o no; se llaman impuestos, después de todo. No puedes hacerle competencia; se le considera el monopolio de violencia por algo. Y como vimos puede destruir tus ahorros y hacerte la vida imposible, como en Venezuela.

7. Si alguien se queja del «alto costo de la vida» y clama porque “el estado haga algo”, explícale por qué eso es una pésima idea que sólo logrará más problemas y empobrecimiento de la sociedad. Si aún así insiste en que intervenga la violencia, aléjate: probablemente es un marxista que busca activamente la destrucción de la sociedad.


Notas

[1] Véase What You Have in Common with King Nebuchadnezzar, por Jeff Clark en Casey Research. [volver]

[2] Véase OldComputers.net. [volver]