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Quien quiera vivir en sociedad debe ganarse su sustento con su propio trabajo, o será tratado como un parásito que vive del trabajo de los demás.
~Mijaíl Bakunin
Usted ya lo sospechaba. Pero quizá no sabía lo peor: parasitan a los más pobres.
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Un trabajador gana $ 233 mensuales en promedio, pero un burócrata gana $ 1.423.
Gente que gana $233, mantiene a gente que gana $1.423. Y estos últimos disponen del monopolio de violencia.
Cada trabajador ecuatoriano produce $516 al mes, pero sólo recibe menos de la mitad; el resto se lo apropia el estado.
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Partimos de que según datos del INEC —es decir, del propio gobierno— el ingreso mensual promedio del trabajador ecuatoriano es menor al mínimo vital:
El salario mínimo al momento es de $375 (en realidad, es de $600, si se incluyen todos los beneficios) pero como vemos el promedio de trabajadores gana $326,20, es decir 15% menos que eso. Comprensible, si tan sólo el 40% de trabajadores recibe el mínimo vital, o más. La mayoría de trabajadores gana menos.
Ahora, dentro de esa minoría de trabajadores que sí ganan más del mínimo, se encuentran los servidores públicos. ¿Cuánto pesa el salario de la burocracia en el cálculo de ese promedio? ¿Cuál es el promedio del salario del trabajador privado en Ecuador?
Estas preguntas son importantes, pues afirmamos que existen dos tipos de personas en la sociedad: los que pagan impuestos, y los que viven de los impuestos.
"Los burócratas también pagan impuestos", replicarán. "Les descuentan del rol".
Sí, pero es una ilusión que los pagan, por dos razones.
Primero, veamos un ejemplo ignorando deducciones impositivas. Una empresa que vaya a pagar sueldo u honorarios a un colaborador, sabe que deberá descontar un porcentaje para impuestos. Es decir, presupuesta $2000, de los cuales $200 irán al estado, y el trabajador recibe el resto. El trabajador recibe menos de lo que el emprendedor presupuestó.
En cambio, el estado promete a un burócrata esos $2000, pero sólo presupuesta $1.800, pues los $200 permanecen en el "bolsillo" del estado.
Vemos así que la nómina le cuesta menos al estado, pues "se paga a sí mismo los impuestos".
En segundo lugar, ¿de dónde vienen los ingresos de un trabajador privado? En último término, de las ventas que haga la empresa a clientes. Estas ventas son voluntarias, por supuesto; normalmente siempre hay competidores disputándose al consumidor. Parte del dinero de las ventas se va también en impuestos: IVA, renta etc. Y parte —sólo una parte, pues hay que deducir el salario de la burocracia— de los impuestos regresan en forma de servicios públicos: policía, salud, carreteras etc.
¿Y de dónde viene el ingreso del burócrata? De los impuestos, que como su nombre indica se cobran bajo amenazas de violencia. No hay alternativa; si no quieres pagarlos, debes irte del país. No pagarlos es un crimen. Parte del ingreso del burócrata es "retenido" como impuestos, en la ficción que vimos antes.
Así, tenemos que la gran mayoría de trabajadores son pagadores netos de impuestos, mientras que una minoría de trabajadores —los burócratas— son receptores netos de impuestos. La mayoría paga; la minoría vive de eso.
Este es un buen momento para recordar que el monopolio de la violencia lo tienen quienes viven de los impuestos, no quienes los pagan.
El Estado es el arma de represión de una clase sobre otra.
~Lenin
Bueno. Veamos ahora cuántos viven de los impuestos, y cuántos los pagan.
El año 2016 se gastó casi nueve mil millones en sueldos de servidores públicos. Se dice que el 85% son maestros y médicos. Luego analizaremos este último aserto.
¿Entre cuántos burócratas se gastó ese dinero? Así lograremos sacar el ingreso promedio del burócrata del país.
El 9% de los empleos del país son burócratas. La PEA está en 8'147.564 personas (ibíd.), así que hay alrededor de 733.280 burócratas en el país. 7'414.284 trabajadores están en el sector privado.
(Por ahora ignoraremos las críticas de que el INEC tiene todo incentivo para "desaparecer" personas de la PEA basados en la definición de haber hecho al menos una gestión semanal de búsqueda de empleo, logrando así disminuir el conteo de desempleados, invisibilizando a millones de personas que no tienen empleo, ¡ni esperanzas de conseguirlo!)
Dividiendo el salario pagado para el número de burócratas en el país nos da $999 al mes ($ 8.789'700.000 ÷ 733.280 ÷ 12).
No está mal, ¿eh?, es significativamente más que los $326 que gana el empleado promedio del país. Incluyendo burócratas.
(De este valor habría que restar aquellos trabajadores a medio tiempo que están satisfechos con un ingreso proporcionalmente menor; pero el INEC no hace ese cálculo, así que tampoco lo intentaremos)
La pregunta sería: ¿y si excluyéramos a los burócratas? ¿Cuál es el ingreso medio del sector privado?
Si de un total de 8 millones de personas (PEA) que en promedio ganan $326,20 al mes, hay 733.000 burócratas que ganan en promedio $999,60 (es decir, "inflando" el promedio con sus altos ingresos), ¿cuánto ganan en promedio los que no son burócratas?
Multipliquemos la PEA por ingreso mensual promedio: 8 millones por $326 = 2.657'735.377. Esa es la "masa salarial mensual" de la PEA ecuatoriana.
La "masa salarial mensual" de los burócratas asciende a $ 732'546.720.
Restamos una de otra, y obtenemos que la "masa salarial mensual privada" es de 1.925'188.657.
Dividamos eso por el número de trabajadores que no son burócratas (7'414.284) y obtenemos $ 259,66.
Un burócrata promedio gana $ 999, y un trabajador privado gana $ 260.
Gente que gana $260, mantiene a gente que gana $999. Y estos últimos disponen del monopolio de violencia.
¿Se ve claramente que algo está mal?
Tomando en cuenta que la mayor parte de lo que se recauda en impuestos se va en salarios de burocracia: sí, se redistribuye riqueza; pero de los pobres hacia la burocracia dorada, la aristocracia del siglo XXI.
De ahí que concluyamos que los estudios que usualmente atribuyen una brecha de 18% o hasta del 35% o 73% son engañosas.
El sector público vive del privado. No produce; consume. En servicios que, teóricamente, son en beneficio para las mayorías; pero con esos niveles de ingreso, constituyen sobreprecios que perjudican a los más pobres. ¡Sobreprecios de casi el 400%!
Si el PIB per cápita mensual es de $ 553 (y debería ser un ~10% mayor si sólo contáramos a la población productiva en el sector privado), pero sus ingresos son menos de la mitad de ese nivel de producción, mientras que los ingresos de los burócratas (que no producen recursos sino que los consumen) son del doble, queda claro cómo el sector público parasita al privado.
Esta cifra se ve claramente al comparar el PIB del país con el presupuesto general del estado. En los últimos años el presupuesto general del estado (PGE) es alrededor de ⅓ del PIB. Pero el gasto estatal no es productivo, pues no se basa en relaciones libres sino en la coerción estatal; de ahí que contarlo como parte del PIB es erróneo; infla la cifra; aquello que es en realidad un lastre para la producción, es contada como parte de ella.
Entonces más bien comparando el PGE con el PIB menos el PGE, nos acercaremos bastante a la imagen correcta: el sector público, que es 9% de la PEA, ganan/gastan en sí mismos no un 9% del PIB productivo, ¡sino 4 veces más! (~50%)
El cálculo exacto es difícil de hacer, pues dentro del estado hay empresas productivas rentables, como petróleo, comunicaciones, electricidad, que con toda seguridad sí existirían como privadas, seguramente a costos operacionales menores, y probablemente a un tamaño menor, si no contaran con subsidios o monopolios actuales o históricos.
Asimismo podemos ver que países prósperos como Chile tienen un bajísimo porcentaje de burócratas frente al resto de trabajadores. No hay una correlación muy clara, pero estoy seguro que deberíamos evitar el extremo de Venezuela, donde el parásito es tan grande y voraz que amenaza con extinguir al pueblo que lo soporta, con los resultados de hambre y pobreza que conocemos:
La burocracia se apropia de la riqueza del pueblo, condenando a millones a permanecer en la pobreza. Es dinero cuyos dueños originales no pueden invertirlo en creación de mayor riqueza; se consume en lujos de esa élite del 10%.
Marx buscó en el lugar equivocado el robo del ingreso de los trabajadores. Mucho antes que Marx, Say ya había demostrado que en realidad el inversionista es el mejor amigo del trabajador, pues le permite multiplicar su productividad, y beneficiarse de ese incremento.
El verdadero enemigo del trabajador es el estado, son los burócratas: se apropian de su productividad y lo mantienen en la pobreza.
Este poder ejecutivo, con su inmensa organización burocrática y militar, con su compleja y artificiosa maquinaria de Estado, un ejército de funcionarios que suma medio millón de hombres; este espantoso organismo parasitario que se ciñe como una red al cuerpo de la sociedad y le tapona todos los poros, surgió en la época de la monarquía absoluta, de la decadencia del régimen feudal, que dicho organismo contribuyó a acelerar.
~Karl Marx
ACTUALIZACIÓN: Un artículo de diario El Comercio muestra que a diciembre de 2018 nuestros cálculos se corresponden con la realidad. En El Gobierno pagará USD 400 millones en décimos para empleados públicos, se divide la suma señalada en el título para los 390.361 burócratas que acumulan el décimo (cit. ibíd.), nos da $1024, que es una suma muy cercana a la que mencionamos antes, y sabiendo que el décimo tercero equivale a un sueldo mensual promedio del trabajador, confirmamos nuestra hipótesis.
NUEVA ACTUALIZACIÓN A OCTUBRE 2019: Olvidé tomar en cuenta en el cálculo los demás beneficios que recibe el burócrata, y que equivalen a sueldos adicionales: el propio décimo, la afiliación al IESS, el fondo de reserva, la provisión para indemnizarlo si lo despiden. Todo eso eleva los valores a unos $1.432 al mes, todo incluido y mensualizado.
Según el Ec. Jaime Carrera del observatorio para la política fiscal (V. Primera meta , pero queda bastante por corregir,) con datos del Banco Central, la masa salarial burocrática es de por lo menos $10.831 millones (con seguridad es más, por la probable sub-valoración de los sueldos del IESS).
Según el INEC, a junio del 2019 la PEA es de 8’231.949 compatriotas (p. 10), los cuales tienen un ingreso promedio de $ 324,90 (p. 49).
Si el 7,7% de la PEA es burócrata (ibíd., p. 34), tenemos que hay unos 633.860 burócratas, incluyendo los del nivel seccional.
Dividamos la masa salarial burocrática para el número de burócratas, y nos da que cada burócrata gana $ 17.087 al año; es decir, $1.423 al mes, todo incluido (fondos de reserva, aporte patronal al IESS, décimos, indemnización por desvinculación) y mensualizado.
(Sale aproximadamente unos $ 1.000 al mes de salario nominal, como fue mi cálculo original)
Ahora, ese cálculo del INEC de que los ecuatorianos ganan en promedio $ 324,90 ya incluye burocracia, por lo que debemos descontarla, para sacar el ingreso privado promedio.
Multiplicando los dos valores: PEA por ingreso promedio, obtenemos que la “masa salarial total ecuatoriana” (que incluye empleados privados y burócratas) es de $ 2.674'560.230,10 mensuales; $ 32.094'722.761.2 anuales.
A esa “masa total” le restamos la “masa burocrática”, y nos da $ 21.263’722.761 anuales, la “masa salarial privada”; dividiendo para doce meses, nos da $ 1.771’976.896,77 mensuales gastados en trabajadores privados.
Esa cifra mensual la tenemos que dividir para la PEA no burocrática, es decir, el 92,3% de la PEA; es decir, 7’598.089 personas.
Así, tenemos que el ecuatoriano privado promedio gana $ 233,21 al mes, todo incluido.
Por supuesto que en ese nivel de ingresos no hay décimos, ni afiliación al seguro social, ni nada. Razón de más para eliminar el salario mínimo, que condena a la informalidad a tantos.
Para más evidencia en el reporte del IESS (p. 53) vemos cómo burócratas aportan al seguro de vejez sobre un promedio de U$ 1.078, lo cual sumándole los demás beneficios, se acerca mucho a nuestra cifra de ~$1.454 mensuales all-in.
Asimismo lo reconoce la prensa: representa «un egreso promedio mensual en cada burócrata de 1.500 dólares» (V. Los sueldos en el sector público son mucho mayores que en el sector privado,, en diario La Hora) mas yerra en el cálculo del promedio privado, «cuyo promedio ronda los 500 dólares mensuales», lo cual quizá sea aplicable a los empleos formales en las principales metrópolis del país, pero no es sostenido por los datos del INEC respecto al resto del país.
ACTUALIZACIÓN A DICIEMBRE 2021: Con datos del gobierno central específicamente, reporta diario La Hora [V.] que ganan en promedio $1.115,75 mensuales. Los más altos sueldos los reciben, en ese orden: funcionarios judiciales, militares, policías, de salud y finalmente profesores; pero en números brutos, curiosamente la escala se invierte.
El burócrata se hace pagar seis veces más que el trabajador privado que lo mantiene.
¡No hay derecho!