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Sin boom petrolero, Correa es un presidente mediocre

Sin boom petrolero, Correa es un presidente mediocre

Sus seguidores lo consideran sin dudas el mejor presidente del Ecuador. Pero si descontamos de su presidencia el boom petrolero, ¿es tan buen presidente como creen sus incondicionales votantes?

caricatura de Asdrúbal

Veamos un cuadro del precio del petróleo desde principios de los años ’70 hasta ahora. Los precios son nominales, para que reflejen el incremento en la producción petrolera del país.

precio-petróleo

Vemos claramente el boom petrolero de los años ’70 que duró hasta principios de la década de los ’80; dos desplomes, en el año ’86 (agravado por la ruptura del “chullo” [único] oleoducto ecuatoriano en el ’87) y en 1997, que junto con el fenómeno de “El Niño” preparó las condiciones para “la tormenta perfecta” del feriado bancario.

La crisis bancaria de finales de los ’90 era inevitable. Lea por qué en este artículo. Correa no puede evitar el deterioro de la economía con tan sólo un factor de los ¡cinco! que se tuvo que enfrentar en esa época.

Enfocándonos sólo en la presidencia de Correa, vemos que prácticamente se ha llevado la parte del león del boom petrolero de los últimos quince años. Cada año salvo 2009 el gobierno recibió más dinero por la venta de petróleo que lo que había presupuestado (ya se había zampado el año anterior los fondos de ahorro petroleros que heredó de la “larga noche neoliberal”, fondos a los que ya les había “puesto el ojo” ya en 2005; y como ni aún así le alcanzó el dinero, fue el año en que decidió “no pagar la deuda externa inmoral”. ¡Cinco trimestres después ya se había endeudado al mismo nivel que antes!). Esa bonanza terminó a mediados de 2014, cuando el petróleo se desplomó nuevamente.

El lector estará de acuerdo con que no es difícil hacerse pasar por listo cuando cada año uno recibe más dinero que el que presupuesta. Correa se ganó la “lotería petrolera”. Por supuesto que eso no es ningún signo de “mérito” ni “talento de economista PhD”.

Por eso, veamos cómo se desempeñó su gobierno a partir de mediados de 2014, cuando Ecuador empieza a recibir de la venta de petróleo menos dinero que lo que esperaba y, en ocasiones, hasta vendimos a pérdida.

PIB ecuatoriano, 2014–2016

Iba a escribir que «aparentemente ha habido un crecimiento sostenido en estos últimos años», pero los propios datos del ministerio de finanzas dicen lo contrario:

variación PIB nominal

En realidad no sé cómo “masajearon” los datos para que recién uno se diera cuenta, pero con información oficial del ministerio de finanzas ya llevamos dos años seguidos de caída de la economía.

No me vengan con que es “crisis mundial”. El mundo NO está en crisis. Latinoamérica creció durante los años 2015 y 2016; sólo los países cuyos gobiernos se niegan a permitirle a sus ciudadanos aplicar libremente sus ideas, que tienen economías cerradas —Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil— no crecen satisfactoriamente.

La economía de Ecuador aún está atada a los precios del petróleo. Eso del “cambio de la matriz productiva” ha sido una gran mentira. Se desploma el petróleo, cae el PIB de Ecuador. Correlación directa. El economista PhD, al negarse a abrir la economía, no puede evitar que ésta se contraiga y decaiga el nivel de vida de los ecuatorianos.

En otras palabras: el presidente nos está empobreciendo. ¿Lo sabía, lector?

Deuda estatal, 2014–2016

Veamos la deuda contraída desde que empezó a caer el precio del petróleo:

deuda contraída año a año

Datos tomados de las estadísticas de deuda del Ministerio de Finanzas.

Como puedes ver, cada año el saldo de deuda ha sido mayor; es decir, si bien probablemente el gobierno pagó deudas viejas, contrajo más deuda, por lo que el saldo neto de deuda crece año a año. Deudas que tarde o temprano hemos de pagar; deudas de las que el gobierno de Correa gastó el dinero, pero que otro presidente tendrá que pagar. Como ir a un restaurante, atracarse de comida y dejarle la cuenta en la mesa al próximo comensal.

Tome en cuenta que estos saldos no incluyen preventas de petróleo, que el gobierno no considera deuda, ni ciertos créditos chinos, ni tampoco atrasos a proveedores, etc.; así que la deuda es mayor a lo reportado por el ministerio de finanzas.

PIB sin deuda

Tú puedes generar actividad económica con deuda: saca varias tarjetas de crédito y compra ropa, auto, un celular fino, etc. Hipoteca tu casa y podrás comprar muchas cosas más. Externamente parecerás próspero, pero tarde o temprano tendrás que pagar esas deudas, y ahí tu estándar de vida se desplomará, perderás tu vivienda, te embargarán.

Sabiendo que el PIB mide la actividad económica, y si la actividad económica puede generarse contrayendo deuda, si restáramos la deuda contraída cada año al PIB, ¿cuánto habría variado éste?

La respuesta es imposible de calcular, pues no es posible descontar el efecto de la deuda en la actividad económica. Pero veamos la variación del PIB de año a año si no se hubiera contraído deuda en ese año concreto:

variación del PIB sin deuda

¡Tres años de contracción de la economía, y el DOBLE de lo que se creía!

He ahí los efectos de la deuda. Por eso la comparan con el alcohol en una fiesta: siempre se puede animar más con más alcohol. Pero tarde o temprano los invitados caerán desmayados e inevitablemente se acabará la fiesta.

El empleo luego de la caída del petróleo

El gobierno no se caracteriza por ser excesivamente leal con las cifras. El “empleo pleno”, que así se llamaba hasta 2013, en ese año era de 43.15%.

A mediados del 2014 le cambiaron el nombre a “empleo adecuado”, por supuesto subiéndolo 3.5% al momento de hacer el cambio hasta un 57.63% de empleo adecuado, pues un gobierno jamás cambiará el cálculo de las cifras para empeorarlas y quedar mal… ¡Una mejora del empleo del 14.5%! Excelentes noticias.

Lamentablemente pocos meses después el 2014 el empleo adecuado cerró más bajo: 49.28%, es decir en cuestión de unos meses se pierde el 8% de empleo pleno, coincidiendo con el desplome del petróleo.

Al cerrar el año siguiente 2015 (ibíd.) el empleo pleno bajó a 46.5%, y al cerrar 2016 siguió cayendo hasta 41.2%.

Por lo que vemos que el empleo de calidad (alguien que gana por lo menos el salario mínimo vital) cayó continuamente desde el 57.63% del tercer trimestre de 2014, cuando empieza a bajar el petróleo, hasta 41.2% hasta hace unos meses. ¡16 puntos porcentuales de buenos empleos desaparecieron! Alrededor de ⅓ de empleos plenos desaparecieron junto con los precios altos del petróleo.

Disminuye afiliación al seguro social

El deterioro del empleo se refleja en la reducción de la cobertura del seguro social. Durante el auge del correísmo, meses antes de caer el petróleo, el número de afiliados activos al seguro social llegó a 2’870.000. Sin embargo, apenas empieza a caer el oro negro, la gente empieza a perder su empleo, y cae consecuentemente la afiliación al seguro social, durante tres años consecutivos!

Salarios

Según los propios datos del INEC el salario de los trabajadores ha permanecido prácticamente IGUAL durante la “década ganada”, sólo un mísero dolarito de ganancia por año:

ingresos-laborales

El salario mínimo nominal en 2007 era por supuesto la mitad de lo que es ahora, pero si los precios prácticamente se han duplicado, realmente no hay ninguna ganancia.

Asimismo en el gráfico se ve que en el ápice del boom petrolero, en el año 2014, los trabajadores lograron el mayor ingreso histórico; para posteriormente desplomarse. Una vez más confirmado que el petróleo es el verdadero presidente del país.

salarios-diez-años

Por eso, si un gobierno fue incapaz de ayudar a mejorar los salarios de los trabajadores durante diez años y durante el mayor auge de commodities, ¿podemos llamarlo “la década perdida”?

Ese repunte marcado de los salarios en el 2015 se explica con el monto de la deuda contraída durante ese año, como podemos ver en la tabla de deuda más arriba. El declive subsiguiente debería hacernos entender que no se puede contraer deuda indefinidamente, y que el “hit” que se recibe es sólo temporal, y se paga enseguida.

Inflación

Diciembre del 2016 cierra con la inflación más baja de los diez años del correísmo: tan sólo un 1.12%.

inflación del correísmo

Esto, que podría ser una buena noticia, no lo es tanto. Los precios pueden bajar por dos razones: 1) nuevas tecnologías o más competencia, que lamentablemente no es el caso del Ecuador, cuyo gobierno en estos últimos dos años se ha dedicado a impedir aún más el ingreso de nuevas tecnologías y la competencia a través de salvaguardias; o 2) por la temida “bestia negra” de los economistas: la deflación.

† Como anécdota, recuerdo que compré mi primera tablet a mediados de 2012 por $270. Hoy hay tablets con cuatro veces más memoria y velocidad ¡a un tercio del precio!

Propiamente aún no bajan realmente los precios; pero si las personas pierden sus trabajos, pierden su fuente de ingreso; consecuentemente podrán consumir menos, y al reducirse la demanda, las empresas se verán con inventarios que no se mueven, así que reducirán el precio de las mercancías. Quienes no logren utilidades eventualmente decidirán liquidar sus negocios, vendiendo las mercancías a pérdida para recuperar por lo menos algo de la inversión. Eso presiona más los precios a la baja. Lógicamente no es una situación deseable: bajan los precios por el empobrecimiento general de la población.

Pobreza

pobreza
Fuente: Pobreza en Ecuador baja a un ritmo más lento desde 2007, publicado por diario La Hora.

Como referencia, a finales de 2013 había un 25.55% de pobres y 8.61% de pobres extremos, por ingresos.

Usamos las cifras de pobreza por ingresos, pues por necesidades insatisfechas es más fácil de “maquillar” por parte del gobierno. Por ejemplo, un desempleado tiene un ingreso 0; pero si el gobierno le construye un hospital, una escuela en los alrededores, obviamente sus necesidades insatisfechas —cierto tipo de pobreza, innegablemente— han disminuido, pero su ingreso continúa siendo de cero. Por eso usamos las cifras de pobreza por ingresos; pese a que la pobreza por necesidades básicas insatisfechas es más alta, en torno al 32%.

Para 2014 el gobierno se congratula por una disminución «estadísticamente significativa» de la pobreza de 3.06 puntos porcentuales, al 22,49%. La pobreza extrema disminuyó casi un punto porcentual hasta 7,65%.

Recordar que $45,67 mensuales por persona es la línea de pobreza extrema; para el gobierno es más fácil dar un bono de $50 al mes y de esa manera “desaparecer“ cientos de miles de pobres extremos, que generar las condiciones para que haya empresas que contraten a los pobres y les paguen más que $50 al mes. La línea de pobreza (no extrema) es quien gana menos de $85 mensuales.

Para diciembre de 2015 la pobreza dejó de disminuir._Se ubicó en 23,28%, un ligero aumento “que no es estadísticamente significativo”, según el INEC, pero de todas maneras es innegable que _la economía del país ya no es capaz de reducir la pobreza. La pobreza extrema subió ligeramente, menos de un punto porcentual hasta 8,45% pero puede concluirse lo mismo: la pobreza extrema dejó de disminuir.

A finales de 2016 la pobreza sigue igual: 22,9%, diferencia no significativa estadísticamente; otro tanto con la pobreza extrema: 8,7%.

Esta imposibilidad de reducir la pobreza en los últimos dos años contrasta con, según el propio INEC, «el período comprendido entre diciembre 2007 y diciembre 2016 [cuando] la tasa de pobreza se reduce 13,8 puntos porcentuales, de 36,7% a 22,9%». ¿El petróleo pierde su precio, la pobreza deja de reducirse?

Una vez más vemos que el verdadero presidente del Ecuador es el petróleo: buen presidente cuando está alto, malo cuando está bajo.

Aquí se ve claramente cómo se ha detenido la reducción de la pobreza:

pobreza

Popularidad

Como puede el lector esperar, también la popularidad histórica del pdte. Correa empezó a deteriorarse simultáneamente con el precio del petróleo.

Según Market, la mayor parte de la población no le cree al presidente, y el punto de inflexión fue, cómo no, el desplome del petróleo:

credibilidad Correa

Me atrevo a afirmar que la mayoría de la gente apoyaba al pdte. Correa pese a las faltas de respeto, autoritarismo, denuncias de corrupción etc., porque creían que tenía el “toque de Midas”: le atribuirían a él la prosperidad petrolera. Una vez demostrado que perdió ese “don”, el electorado se volvió cínico y Correa nunca recuperó los niveles de confianza del boom. Por eso probablemente no se lanzó a la reelección: sabe que el electorado de hoy no le cree.

La información de CEDATOS es más benigna pero de todas maneras se ve un claro deterioro en su aprobación y credibilidad casi inmediatamente que empieza a caer el petróleo:

aprobación gestión Correa

credibilidad Correa

¿Cae el petróleo, desaparece el “talento de economista PhD” del presidente? ¿Sin petróleo no hay “toque de Midas”? Un presidente “pobre” empieza a “caerle mal” al venal electorado:

aprobación actitud Correa

No incluimos las encuestas de Perfiles de Opinión, que le atribuyen a Correa una insumergible aprobación de alrededor del 60%. Cabe indicar que su directora trabajó con el municipio de Quito cuando el alcalde en funciones era adherente al oficialismo, e incluso el Secretario Nacional de Comunicación del gobierno ha acudido en su defensa. Además, según sus “encuestas” preveía que el alcalde oficialista Augusto Barrera se iba a reelegir cómodamente, y resultó que perdió con una diferencia aún mayor. Por lo tanto consideramos que su credibilidad está muy maltratada.

Conclusión

Como podemos ver, una vez que terminó el boom petrolero, simultáneamente empezó a deteriorarse la economía del país, a disminuir el empleo, y aumentar la deuda externa desmedidamente.

Por eso afirmamos que el presidente Correa no tiene ningún particular talento de “economista PhD” para administrar el gobierno. Que todos los indicadores se deterioren a medida que el petróleo cae, es demasiada coincidencia.

Y no sólo que no tiene ningún talento especial: al negarse a abrir la economía, el presidente Correa activamente impide a millones salir de la pobreza. Las ideas que pudieran tener los emprendedores ecuatorianos se enfrentan a prohibiciones, cuotas, o salvaguardas que dificultan la rentabilidad. ¡La pobreza necesita más oportunidades, no menos!

Pese a que consideramos fútil e imposible dicha tarea de “administrar el estado”, lo cierto es que el país ha estado viviendo a punta de deuda estos últimos años, lo cual es imperdonable habiendo vivido el segundo (y quizá último) boom petrolero.

Mientras que en Ecuador haya buenos empleos sólo para el 41% de la población, no disminuiremos la pobreza. El gobierno debería ayudar a los emprendedores ecuatorianos y extranjeros a crear las miles de empresas que necesitamos para que den empleo; no llenarlos de obstáculos y prohibiciones.

caricatura Bonil

Ojalá los ciudadanos se den cuenta de la irresponsabilidad de haber dejado el país más endeudado pese a que se lo pudo haber dejado libre de deudas. ¡Imperdonable mediocridad!